“Soy un rapero blanco, siempre me llaman por teléfono sombreado”. Eso es de “Brand Name”, solo uno de los más fuertes recorta el debut del sello de Mac Miller. así como no creo que eso sea cierto. Mac Miller comenzó como un rapero de celebración, haciendo melodías poco imaginativas con un flujo que parece cuando es rápido y relajado. Nada como Eminem, que estalló en la escena con despotricaciones ultra violentas y ultrapersonales sobre Kim, así como escupiendo pistas que aplastaron a cualquier tipo de quién se atrevió a un paso. Mac no era Marshall Mathers. Ni siquiera cerca.
Pero en su nuevo álbum, está mejorando mucho. Trabajar con los principales presupuestos de producción de etiquetas ciertamente lo ha limpiado, sin embargo, el contenido también parece haber subido por encima de la tripa superficial que trajo antes. así como la multitud con la que corre con asistencias que Rise, incluido AB-Soul, así como el cantante principal de Bit Dragon.
En resumen: este es un gran registro. Mucho mejor de lo que teníamos algún tipo de mejor para esperar, así como incluso lo suficiente como lo suficiente como para hacerme querer más.